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En la obra Macbeth de William Shakespeare, la ambición desmedida y la traición son temas centrales que llevan al protagonista, Macbeth, a su eventual ruina. Al recibir una profecía de las brujas que le predice que será rey, Macbeth comienza su descenso al caos moral, asesinando a su rey y traicionando a todos los que una vez fueron sus aliados. La obra nos muestra cómo la promesa de poder, a través de la violencia y la traición, puede desmoronar los principios de cualquier individuo, llevándolo a tomar decisiones que desafían la moral y la justicia.
En un escenario contemporáneo, Dina Boluarte, quien llegó al poder en Perú después de la destitución de Pedro Castillo, parece seguir un camino similar. Al asumir la presidencia tras lo que muchos consideran una traición política, su administración ha sido criticada por recurrir a la violencia para mantener el control, dejando un saldo de muertos y una profunda crisis política en el país.
Como en Macbeth, Boluarte ha encontrado influencias que la alientan a actuar de manera implacable, como las “brujas” en la obra shakesperiana. En este caso, podríamos interpretar a figuras como Keiko Fujimori, la líder política del fujimorismo, como una figura que, con su poder e influencia, ha alentado a Boluarte a mantener su poder a cualquier costo. De manera simbólica, las “brujas” en la obra representan las promesas de poder, que ignoran las repercusiones morales y las consecuencias a largo plazo.
Boluarte y Macbeth: Un Paréntesis de Traición En ambos casos, la ambición personal y la traición a los principios son elementos clave. Boluarte traiciona a Castillo, el presidente electo, al aceptar el cargo que muchos consideraron ilegítimo, y luego enfrenta protestas generalizadas en su contra. Las muertes y la represión que se han producido bajo su mandato evocan las acciones de Macbeth tras la muerte de Duncan, cuando su deseo de consolidar su poder lo lleva a asesinar y traicionar, sin importarle las consecuencias humanas.
La Justicia y la Moral como Fuerzas Invisibles Así como en Macbeth, donde la ambición de poder lleva al protagonista a su ruina final, la historia sugiere que la justicia y la moral, aunque a veces tarden en llegar, eventualmente prevalecen. Las “brujas” —o en este caso, las influencias que incitan a Boluarte a actuar con violencia y represión— no toman en cuenta que el pueblo y la justicia moral tienen un peso que no puede ser ignorado. Las profecías que prometen poder no prevén las consecuencias inevitables de la traición a los principios humanos fundamentales.
En el caso de Boluarte, la historia podría seguir un curso similar al de Macbeth, en el que la consolidación del poder a través de la violencia y la traición se enfrenta a las demandas de justicia y moralidad de un pueblo. La obra de Shakespeare nos enseña que los actos basados en la ambición desmedida y el uso de la violencia tienden a terminar en la destrucción de aquellos que creen que el poder se puede mantener indefinidamente sin consecuencias.
Reflexión Final Al comparar la situación actual de Boluarte con la tragedia de Macbeth, es evidente que, aunque los tiempos y las circunstancias sean diferentes, los ciclos de la historia y la naturaleza humana parecen repetirse. La ambición sin control y la traición a los principios fundamentales, aunque temporáneamente puedan asegurar poder, siempre terminan por enfrentar la justicia, ya sea en la literatura o en la realidad.
